miércoles, 15 de febrero de 2012

Guía para elegir la casa correcta

Una vez que tomaste la decisión de comprar una casa y tienes resuelto el aspecto financiero, estás en el punto más delicado del proceso: elegir el mejor lugar posible para ti, es decir: la casa que cubra de la mejor manera tus necesidades presentes y futuras.

El primer paso en tu búsqueda de casa, ya que sabes cuánto puedes invertir, es hacer un listado de prioridades que te ayuden a determinar: espacios, ubicación, funcionalidad y, por qué no, hasta la apariencia que quieres que tenga tu casa en los primeros tres a cinco años.

Porque si bien lo normal es que poco a poco hagas tuyo el espacio, lo adaptes a tu gusto y le des una identidad propia, no debes perder de vista que los grandes cambios y los nuevos equipamientos y acabados, llegarán después de muchos meses o incluso años.

Ahora, al hacer tu plan de búsqueda no pierdas de vista el rango de precios, y en función de eso determina la zona de la ciudad donde enfocarás la pesquisa, e incluso trata de ceñirla a ciertas colonias que te funcionen para el trabajo, la escuela de los niños y tu vida social.

¿Ya tienes tus zonas favoritas y tu lista de colonias? Haz una lista con tus deseos, que contenga todas las cualidades que estas buscando, la cantidad de habitaciones, baños, si necesitas patio o no, un lugar para tender ropa, jardín zen (interior); amenidades, el tamaño y acabados de la cocina, el estacionamiento.

Una casa de calidad

Es importante que no definas tu compra por una maravillosa primera impresión, y que recuerdes que una casa linda no es por fuerza de buena calidad.

La calidad de los acabados como pisos, equipamiento de baños y cocina; el material de las puertas y la herrería pueden darnos una buena o una pésima primera impresión, pero la calidad real de una casa está en su estabilidad y estanqueidad, es decir, en tener una estructura fuerte y aislada del agua.

Desde luego, es difícil que sepamos si los constructores hicieron bien su trabajo y cumplieron con el proyecto pero, una mancha de agua entre muros o en las uniones de techo o piso y pared; un asentamiento visible de los cimientos -con grietas horizontales-, una gotera o fisura son puntos de alerta sobre la durabilidad de inmueble. Si ves una o varias de estas condiciones, ¡cuidado! Visítala nuevamente en compañía de un plomero, un eléctrico y, si tienes la posibilidad, un arquitecto o ingeniero.

En el caso de vivienda usada es muy complicado asegurarse 100% de que todo funciona bien, sin embargo hay elementos visibles que nos indican como funciona técnicamente la casa; además de las muestras de humedad revisa que enciendan las luces, que haya corriente en los contactos, que los desagües funcionen, que las llaves y tuberías expuestas no goteen.

Si tus especialistas encuentran puntos débiles pero solucionables, pídeles un presupuesto y ponlo sobre la mesa de negociación, para lograr una mejora en el precio que te permita atender rápidamente esas deficiencias, en caso de que decidas que es el inmueble que buscas.

En un inmueble nuevo es más sencillo pues partes de un listado de elementos de construcción y acabados que deben firmarse anexo al contrato de compraventa o como parte de él, y la gran ventaja de poder dar seguimiento a la construcción durante el proceso de obra si compraste en preventa.

Recomendaciones para elegir

Te sugerimos que no veas a más de cinco propiedades por día, pues mientras que en las primeras las visitas las realizarás con entusiasmo, el cansancio hará que en los últimos recorridos no tengas el mismo ánimo.

Para llegar a la casa ideal, te sugerimos visitar de 15 a 20 propiedades, para tener una lista de las 10 más atractivas. Con este top 10, filtra las más atractivas y reduce la lista a tres que, de acuerdo a tus criterios, hacen la diferencia entre una y otra. Ya tienes tu tercia final.

No olvides llevar en cada visita el check list que te ayudará a calificar cada propiedad y recordar las que más te interesan.

¿Cuántas veces se recomienda ver una propiedad?

Cuando tu lista de casas se reduzca a tres, vuelve a visitarlas, por lo menos 2 a 3 veces, para analizar aspectos más detallados.

Durante la primera cita, revisa dimensiones de cada estancia, estado físico general de pisos, paredes, muebles de baño y cocina.

En la segunda visita, al detalle checa contactos, grifos, estado de azulejos, closets, alfombras. Realiza esta visita en un horario de día para que evalúes qué tan ruidoso es el edificio, en caso de ser un departamento.

En la tercera visita, con análisis de la propiedad en mano, podrás negociar el precio, el descuento de este por remodelaciones y qué mobiliario se puede quedar, como lámparas, cortinas o algún mueble. Es recomendable realizar estas visitar en diferentes días y horarios.

Ya que has decidido cuál casa es la que más te atrae estarás listo para negociar el precio e iniciar los trámites de compra.

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